Tratamiento para la Disentería
La Disentería, como patología de origen bacteriano o parasitario, es una enfermedad de cierto nivel de gravedad, si no es tratada adecuadamente.
Su foco de contagio afecta directamente el sistema digestivo, concretamente, el intestino grueso, produciendo ulceraciones en este órgano y ocasiona deposiciones líquidas de heces fecales con sangrado, moco y, por consiguiente, cuadros de deshidratación severa producto de la diarrea y en ocasiones, por vómitos.
Tratamiento sintomático para la Disentería
Como diarrea infecciosa, La Disentería debe ser tratada de forma sintomática, esto quiere decir, que no se aplica un tratamiento único, sino que se debe atacar la sintomatología, de modo tal que, la acción inmediata, es atacar el foco infeccioso o bacteriano, con medicamentos específicos, según sea la fuente de contagio, como el tratamiento con antibióticos o bactericidas.
Adicionalmente, se deben tomar precauciones, para recomponer los líquidos perdidos por efecto de los vómitos, la diarrea y otros síntomas que deriven en la pérdida de fluidos corporales.
Otros tratamientos para la Disentería
Existe la creencia de que enfermedades infecciosas o bacterianas como La Disentería, pueden ceder de forma natural, sin embargo, el uso de medicamentos resulta necesario e imprescindible, a fin de evitar el agravamiento de la enfermedad, cuya falta de atención puede derivar en la irrupción de otros órganos.
En casos graves, con presencia de fiebre y diarrea crónica, lo adecuado es el tratamiento con antibióticos, sin embargo, la recomposición de electrolitos y otros agentes químicos, se debe suplir mediante una adecuada ingesta de líquidos y solución de rehidratación oral, contentiva de sodio, potasio y otros minerales que se pierden en un proceso de deshidratación por bacteria o parásito.