Los neutrófilos son un tipo de glóbulo blanco que el organismo usa para combatir las infecciones. Los glóbulos blancos se producen en la médula ósea y posteriormente se transmiten a los tejidos a través del torrente sanguíneos con el fin de fortalecer el sistema inmunológico.
Ahora bien, los niveles altos de neutrofilos se dan a raíz de una infección. No obstante, también hay otras enfermedades y condiciones médicas que pueden elevar el nivel de los neutrófilos.
Condiciones como el estrés físico o mental y el tabaquismo también pueden afectar los niveles de neutrófilos, aumentándolos considerablemente.
Pasos posteriores a los altos niveles de neutrófilos
Por lo general, los niveles altos de neutrófilos pueden considerarse por muchos expertos como inofensivos. En la mayoría de los casos, los niveles vuelven a la normalidad por sí solos y no es requerido ningún tratamiento médico.
Ahora bien, para asegurarte de que los niveles de neutrófilos están en el valor recomendado, es probable que debas realizar nuevas pruebas de sangre posteriormente.
¿Qué hacer si los niveles de neutrófilos no disminuyen?
Si los niveles de neutrófilos son altos, lo mejor es que acuda a su médico de confianza para revisarlo a fondo. En este sentido, lo más probable es que revisen tu historial médico y evalúen cada uno de los medicamentos que estás tomando.
Aunado a ello, el médico debe realizar nuevas pruebas para determinar con exactitud la proveniencia de los altos niveles de neutrófilos.
Por último, si se diagnostica una afección que produce los niveles altos de neutrófilos, el médico colocará un tratamiento para ello. De lo contrario, si no hay afección alguna, generalmente los neutrófilos disminuyen de forma natural.