Jesucristo concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nace de Santa María Virgen
El tercer artículo del Credo católico dice: “Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y nació de Santa María Virgen”. Por medio de esta frase, estamos afirmando durante la misa, nuestra fe en que Jesucristo ha nacido por obra sobrenatural y que no ha sido concebido ni ha nacido como el resto de la humanidad.
El milagro que se dio en el vientre de la Santísima Virgen María
De esta forma, damos fe y creemos que el vientre de la Virgen María, es donde el Espíritu Santo debido a la gracia de Dios Padre Todo Poderoso, permitió formar dentro de ella, con su sangre, el cuerpo perfecto al que unió con un alma. En esta alma se une entonces el Hijo Eterno de Dios, aquel que al principio era sólo Dios, y ahora se ha hecho Dios y Hombre.
Entonces los cristianos afirmamos al recitar el tercer artículo del Credo, que Dios ha tomado cuerpo y alma, al igual que nosotros, de las purísimas entrañas de María Virgen, y Jesús nace, por lo tanto, de manera sobrenatural, ya que Jesucristo nace de una mujer virgen, porque Dios así lo quiso.
María Madre de Dios
En la fe cristiana, y en el rezo del Credo, afirmamos que Santa María Virgen es la Madre de Dios. Ella habría sido elegida desde el primer momento para ser la madre de Jesús, pues ella era pura, libre de la mancha del pecado original que se heredó de Adán y Eva.
María es Madre de Dios pues ella llevaría en su vientre al Hijo de Dios. Los cristianos creemos que Jesús es Dios hecho hombre.